Raleigh, North Carolina. Un jardín nos dio la bienvenida.

Unos días en Raleigh, NC 🌸🌿

Pasamos una cautivadora escapada en Raleigh, llena de encanto, flores, paseos tranquilos y buena comida con ingredientes que realmente nutren. La primera parada fue el Raleigh Rose Garden; tranquilo, perfumado y en plena floración. Un lugar perfecto para caminar sin prisa, respirar profundo y dejar que la belleza simple te recargue.

Uno de los regalos más impresionantes del viaje fue la vegetación exuberante. Raleigh está envuelta en verde, con árboles majestuosos, los más imponentes que he visto jamás. Sus flores enormes y blancas magnolias parecían salidas de un sueño, y su presencia le daba al paisaje una elegancia serena y poderosa.

Paseamos por North Hills, donde todo parece estar cuidadosamente pensado, desde las boutiques hasta los cafés. Es moderno, animado y, a la vez, acogedor. Ideal para una tarde lenta, entre tiendas bonitas, libros y un café con leche vegetal.

Uno de nuestros paseos favoritos fue por los barrios históricos de Raleigh.

🌳 Oakwood, el barrio victoriano por excelencia, con casas restauradas del siglo XIX, arquitectura Queen Anne, frondosos robles y ese aire pausado del sur que invita a caminar sin mirar el reloj.

🌿 Mordecai, uno de los barrios más antiguos, mezcla historia viva con una energía joven. La histórica Mordecai House (de 1785) está rodeada de bungalows, cafés y cervecerías artesanales en Person Street, donde se siente la comunidad y lo local.

🍽️ En cuanto a la comida, nos encantó encontrar opciones ricas y hechas con ingredientes de verdad.

En Rosewater, en North Hills, almorzamos rodeados de plantas, como en un invernadero acogedor. El menú celebra los sabores frescos y la cocina de temporada. Todo tiene ese toque casero que reconforta y nutre.

Una noche nos dimos un gusto en el elegante RH Rooftop Restaurant. La ambientación es mágica y la comida, impecable. Te recomiendo probar sus alcachofas horneadas — sencillas pero deliciosas — y un Rosé Spritz para cerrar el día con ligereza.

Y porque ningún viaje está completo sin tacos… Bartaco fue nuestra elección. Un lugar informal, fresco y sabroso. El menú está lleno de opciones simples, bien hechas, con ingredientes frescos y vibrantes. Un contraste total con RH, pero igual de delicioso.

✨ Raleigh nos sorprendió, una mezcla de belleza tranquila, vegetación poderosa, historia, alma local y energía nutritiva.

Sin duda, volveré.